Oruga procesionaria



Oruga Procesionaria (Thaumatopoea pytiocampa)
Procesión de orugas


Con la llegada de la primavera, a veces con anterioridad en función de la climatología, aparece uno de los mayores peligros para nuestros perros, la Oruga Procesionaria. (Thaumatopoea pityocampa).

En las ramas de los pinos, concretamente en las puntas, si nos fijamos, podemos ver unas bolas blancas, estas, son los nidos de estas orugas. Es una de las mayores plagas que pueden afectar a nuestro pinos ya que se alimenta de sus hojas, y aunque no llega a matar al árbol, lo debilita. 

Al llegar la primavera, las orugas saldrán de los bolsones blancos por la mañana, deslizándose por el tronco del árbol, en procesión, en busca del lugar adecuado para enterrarse bajo tierra, para posteriormente convertirse en mariposas. Estas, al finalizar el verano volverán a hacer una nueva puesta de huevos y comenzará un nuevo ciclo. 

Además de los anteriormente contado, es una plaga peligrosísima para los que tenemos perros, pudiendo llegar a ser mortal en según que casos. Sobre todo para el cachorro que todo lo curiosea, que todo lo tiene que olisquear y metérselo en la boca.

Esto se debe a que  la procesionaria tiene unos pelos que contienen un veneno, la thaumatopina. Estos pelos funcionan como defensa de la oruga la cual los “dispara”, calvándose en el hocico o boca de nuestro perro, produciendole picores.

Como acabamos de decir, las zonas más afectadas son el hocico y la boca, pero sobre todo la lengua, ya que suelen lamer las orugas, incluso llegar a tragárselas, con lo que tanto la laringe, como la faringe e incluso el estómago se verían afectados. En este caso el daño sería mayor, ya al inflamarse la laringe, el perro puede morir por asfixia.

 Si vemos que nuestro perro se intenta frotar continuamente el hocico contra el suelo, si babea más de lo normal, si jadea, ..., debemos de lavarle la boca con agua templada para eliminar el veneno y acudir lo antes posible, repito, lo antes posible, a nuestro veterinario, quien determinará el tratamiento a seguir.


En resumidas cuentas y para intentar que nuestro perro tenga esta experiencia desagradable, e incluso mortal, evitar el pasear con nuestros perros por zonas afectadas por la procesionaria. La manera de identificarlas es observar las ramas de los pinos para poder ver las bolsas blancas y mirar en el suelo, donde podremos observar las filas de orugas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario