En el perro nos podemos encontrar con 2 tipos de parásitos:
- Externos. Dentro de este grupo estarían las pulgas, garrapatas, ácaros de las orejas, ácaros de la sarna, ... A estos les hemos dedicado un apartado en la página principal
- Internos. En este grupo haremos referencia a los parásitos intestinales, a los parásitos cardio-pulmonares y a los protozoos.
En este apartado nos vamos a centrar principalmente en tres tipos de enfermedades. Las causadas por:
- Parásitos intestinales. Como su propio nombre indica se encuentran en el intestino del perro, alimentándose de la sangre y nutrientes que encuentran. Hay parásitos de estos que pueden acceder a otros órganos como lo anteriormente citados, pulmones, hígado, riñones, ..., pudiendo tener graves consecuencias como la fatal muerte del perro.
- Parásitos cardio-pulmonares.Son parásitos que se instalan en los pulmones, tráquea, ..., causando graves problemas respiratorios.
- Protozoos.
Dentro de los parásitos intestinales, también llamados gusanos o lombrices, los hay de dos tipos:
- Redondos.Son los más frecuentes en nuestros perros. Suelen ser largos. En cachorros, normalmente producen diarreas, pero si hay gran cantidad de ellos, pueden producir vómitos. Si llegan a desplazarse al sistema respiratorio pueden provocar tos. Su contagio se produce por huevos presentes en las heces de otros perros contagiados. En el caso de cachorros, pueden trasmitirse durante el parto o la lactancia, a través de la leche materna. De ahí la importancia de desparasitar las perras reproductoras, gestantes y lactantes.
- Planos. También son frecuentes en los perros. Suelen ser cortos, parecidos a un grano de arroz. Frecuentemente se transmiten a través de los huevos que hay en las pulgas. Cuando los vemos en las heces de los perros, se trata de ejemplares adultos. La mejor forma de prevenir la presencia de estos parásitos es controlar las pulgas en nuestros perros.
- Ancylostoma caninum: También llamado anquilostoma es microscópico y subsiste en la sangre del intestino delgado; causa anemias y fuertes diarreas.
- Trichuris vulpis: Es un parásito bastante común en el intestino de los perros. Alcanzan los 7 cm. de longitud y habitan el intestino ciego. Son de color blanco-rosáceo. Producen diarrea en la cual se puede observar moco y sangre fresca. Un síntoma que nos puede hacer sospechar de su presencia en nuestro perro, es cuando este se arrastra por el suelo para tratar de mitigar el picor debido a la irritación en el ano.
- Echinococcus granulosus: Causante de los quistes hidatídicos que pueden darse también en el ser humano.Es plano y mide unos 8 mm. Éste parásito se encuentra en el intestino delgado del perro. Hace que la condición física de nuestro perro disminuya, pudiendo aparecer diarreas.
- Toxocara canis: Son como fideos, pudiendo medir hasta 16 cm. de largo en el caso de las hembras. Son de color blanquecino. En mayor medida infestan a hembras lactantes y a cachorros a través de la leche. Causan problemas respiratorios como tos e incluso neumonía en cachorros de pocas semanas, conllevando debilitamiento y retrasos en el crecimiento y, en ocasiones, pueden llegar a bloquear totalmente el sistema digestivo.
- Toxascaris leonina: Similares a los Toxocara canis, son blancos y redondos. Causan tos, vómitos, diarreas y debilitamiento.
- Dipylidum caninum: Es la llamada tenia o solitaria. Es plana, segmentada y llega a alcanzar los 50 cm. de longitud. Vive en el intestino delgado. A veces, se puede observar que el perro expulsa en sus heces algunos segmentos en forma de diminutos granitos de arroz. Causan diarrea, debilidad y, en cachorros de corta edad, importante retraso en el crecimiento.
- Dilarofilaria immitis.Transmitidos por mosquitos Aedes, Anofeles y Culex. Cuando son adultos se instalan en el corazón y los pulmones. La infección en el corazón puede llegar a crear graves problemas para el perro.
- Filaroides osleri. Se suelen instalar en el aparato respiratorio, concretamente en la bifurcación bronquial de la tráquea. Se puede contagiar por el simple lamido de la perra lactante a sus cachorros, por comer heces infectadas. Suele manifestarse con una tos seca después de que el perro haya realizado algún esfuerzo físico.
- Leishmaniosis. Es una enfermedad parasitaria grave en el perro. La enfermedad es transmitida por un mosquito, el flebotomo. Si no se realiza un tratamiento adecuado y a tiempo los perros afectados terminan muriendo. Podemos sospechar que nuestro perro padece dicha enfermedad si vemos que pierde pelo, sobre todo por la zona de la nariz, ojos y orejas. Con el tiempo, a pesar de que el perro mantenga el apetito, comienza a perder peso. Posteriormente podemos observar heridas cutáneas y si el cuadro se complica aun más, insuficiencias renales.
- Giardasis. La causa de esta infección puede localizarse en la ingestión de alimentos en mal estado o por beber agua contaminada. Los síntomas son diarreas de mal olor. Normalmente el animal puede seguir activo y con apetito, pero con el tiempo esa diarrea se convierte en crónica debido a que el aparato digestivo del perro no asimila bien los alimentos.
- Toxoplasmmosis. Suele ser transmitida por las heces de gatos enfermos de toxoplasmosis o cuando los perros se purgan comiendo hierba, porque esta esté contaminada. Puede causar diarrea, debilitamiento muscular, problemas respiratorios y, en hembras gestantes, aborto.
- Coccidiosis. La vía más frecuente de contagio es la producida por los huevos que se encuantran en las heces, aunque también puede ser contagiada por moscas u otros insectos. Los síntomas de la infección, dependiendo del grado de la misma, pueden ser leves o severos. Desde la diarrea (junto a sangre o mucosidad), deshidratación, pérdida de peso, hasta las heces sanguino lientas y acuosas de los perros más afectados, lo que puede causar vómitos, perder el apetito y deshidratación, lo que conllevaría la muerte.
- Babesiosis. Enfermedad producida por un protozoo que se transmite a través de la picadura de la garrapata. Este parásito ataca a los glóbulos rojos, causando anemia. Los síntomas que presentará el perro dependerá del cuadro clínico, anemia, apatía, letargo, vómitos, problemas hepáticos. En muchas ocasiones conlleva la muerte del perro si no se detecta a tiempo. La mejor forma para prevenir a nuestro perro y que este no sufra esta enfermedad es protegerle contra las garrapatas.
Que difícil criar perros
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